martes, 20 de octubre de 2009

El latazo de Ágora

Me alegra que triunfe en pantalla la película de Amenabar, sobre todo porque prefiero que los espectadores escojan Ágora frente a otras películas de acción y de efectos especiales. Sin embargo la película me pareció un latazo de dimensiones siderales. Tenía en sus manos Amenabar una bonita historia en la que se cruza la reivindicación de Hipatia, y con ella de la invisibilidad de muchas mujeres creadoras y descubridoras, el fanatismo religioso y el amor a la ciencia. Pero el cine es mucho más que una historia que contar.
Reconozco que soy maniática en cuestión de cine. Una de las cosas que no soporto de gran parte del cine español son esas viviendas ordenadas y colocadas para la escena, en las que se detecta a kilómetros que nadie ha vivido nunca. En Agora, un detalle nimio me convirtió toda la película en cartón piedra. Era una toma de un mercado en la que varios compradores examinan el pescado como si no hubieran tocado un pez en la vida. Un pez muerto que tenía la misma expresión ingrávida y ausente que la protagonista del film y diría que casi mayor expresión corporal.
¿Era realmente necesaria la ausencia de emociones para representar el drama de esta mujer y su dedicación a la ciencia? ¿Deben ser los malos tan cetrinos y los buenos tan etereos? ¿por qué no hay una sola mujer que acompañe o contraste la figura de Hipatia? ¿por qué no pasa el tiempo por ella? ¿Cómo conseguían los torvos personajes del fanatismo religioso cristiano movilizar a las masas más pobres? ¿Qué otros conflictos azotaban ese tiempo, aparte del drama del saber de Hipatia?
Hay dinero, efectos especiales, grandes decorados y vestuario en la película de Amenabar pero falta el alma de toda obra creativa que es un mayor conflicto, mayores contradicciones, libertad para el espectador de realizar lecturas diferentes.
Casi nadie estará de acuerdo conmigo. Mis amigos y amigas andan encantados con la película. Por mi parte prefiero cualquier capítulo de la serie de televisión Roma y me confirma que el mejor cine actual se está haciendo en la televisión. No aquí, claro.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Jesús Lens y Bryan Edward Hyde han hecho sus críticas en sus blogs, más lo que he oído y leído... todo tan contradictorio, que hará falta verla para pillar posición.
Rigoletto

Coordinación Proyecto Roleando dijo...

Comparto totalmente tu visión de la película. En especial me llamó la atención la ausencia de otras mujeres: Hipatia siempre aparece rodeada de hombres, ninguna otra mujer tiene nada que decir, ni hacer, ni representar. En fin, más de lo mismo.

p dijo...

muy buena y valiente película, admirable trabajo de dirección y guión

Pedro Jiménez dijo...

pues que conste que estoy totalmente de acuerdo en lo que dices... a mi Ágora no me gustó tampoco y lo de que "el mejor cine" se hace en televisión sólo hay que ver series como The Wire que te recomiendo encarecidamente :)

Un saludo!

Marina dijo...

De todas formas, yo no pensaba ir a verla ... je

Capitán Clostridium dijo...

Totalmente de acuerdo, yo hablé de la peli en mis círculos abiertos: "Agora o nunca", por si a alguien le interesa.

yago de asis dijo...

Yago de Asis
Estando de acuerdo contigo, me gustó la pelicula por lo que representa y porque el personaje está más allá de lo mundano, no es un personaje terrenal, lo siento me gustó, me elevó y odié a los parabolanos.

Juan Ruiz dijo...

Abres muchas cuestiones retóricas que muchos espectadores de la película nos hemos hecho. Me parece muy original el momento histórico que se escoge y recuperar la figura de Hipatia, pero aún así todo es muy de pasada, pinceladas de barniz sin pulir antes la superficie; o dicho de otra manera,como tú has escrito: mucho cartón piedra y poca fondo real.