Ingredientes:
- Uno o dos dientes de ajo
- Aproximadamente una tacita de aceite de oliva virgen (si es posible de Baena)
- 6 tomates
- Menos de medio pimiento y de un cuarto de cebolla.
- Tres huevos duros
- Jamón cortado a taquitos o atún según gusto.
- Un bollo de pan sevillano o de miga blanca y asentada.
- Sal gorda o de cocina como ahora la llaman.
Preparación:
En el vaso de una batidora se pone un diente de ajo (o dos) junto con la sal gorda y el aceite. Se bate muy bien hasta que se diluyan los componentes. Se parten los tomates (pueden pelarse o no, pero siempre quitándoles la parte dura) y se escurren con la mano para que tengan poco agua. Se añade el trocito de pimiento y de cebolla. Se baten muy bien y con paciencia. Cuando está convertida en una pasta se le añade la miga del pan (tampoco pasa nada porque lleve algo de corteza, pero que no esté tostada) y se vuelve a batir todo muy bien hasta que tenga una consistencia espesa. Se coge la yema cocida de uno de los huevos y se añade al recipiente. Se vuelve a batir bien. Se prueba y se corrige de sal y de aceite.
Se vierte en platos hondos y se le pica por encima los huevos cocidos y el jamón a taquitos o el atún. Se puede adornar con un hilo de aceite.
Consejos:
-Algún listillo puede pensar que se pueden poner todos los ingredientes a la vez y batirlos. Os aseguro que no queda igual. ¿Por qué razón? Cosas de la alquimia.
- No seáis tacaños con el aceite. Este es un plato completo que necesita el aceite así como el jamón o el atún por las proteínas (si acaso se puede acompañar de algunos boquerones fritos, o en mi casa, incomprensiblemente, con tortilla de patatas. No sé la razón).
- Cuánto mejor sea la calidad del aceite, de los tomates y del pan, mejor será el resultado. No lo hagáis con pan de molde ni con aceite que no sea de oliva. Lo dicho: si es con aceite de Baena, sabrá a gloria.