jueves, 24 de julio de 2008

Engaños ópticos


Al marido de Lola lo han despedido de la obra. Han despedido a casi todos sus compañeros en estos días de julio.
El constructor no habló con los trabajadores, solo con Curro. Parecía estar más afectado que él.
-Ya sabes que si pudiera no te despediría. Pero la crisis es enorme…no sé cómo voy a recuperar el dinero invertido.
Curro lo miraba en silencio. El constructor siguió dando explicaciones: mucha gente que había comprado “sobre plano” las viviendas, se habían echado atrás a última hora; tenía un centenar de miles de metros comprados en espera de la recalificación…En suma, que su situación era de crisis total.
Curro no quiso decir nada, no quiso recordarle las espectaculares ganancias que había tenido en los últimos quince años, las recalificaciones de suelo que le habían reportado casi más ganancias que la construcción en sí, las comisiones millonarias que había distribuido para sus promociones.
- De todas formas no te preocupes –dijo el constructor con un gesto generoso y afable- ya sabes que en cuanto pase esta crisis, vuelvo a contar contigo.
Curro se dirigió a la oficina a recoger su liquidación. En el finiquito se recogían los días trabajados, el prorrateo de la paga extraordinaria y la liquidación. La suma y el dinero efectivo no concordaban.
- Oye, que os habéis equivocado, faltan más de cuatro mil euros –le dijo.
- No, no…Me han ordenado que lo haga así –le respondió el cajero- Yo no puedo hacer nada. Me han dicho que es la crisis… pero si quieres… –dijo bajando la voz- puedes denunciarlo, porque es ilegal.
Curro no firmó el finiquito pero no lo ha denunciado. Ninguno de sus compañeros lo ha hecho. Teme que si lo hace no volverá a tener trabajo. Me pregunta qué hacer y no sé qué decirle, solo compartir su indignación.
PD. Me manda un amigo un inteligente mail sobre este tema. Me prohibe publicarlo porque al hacerlo desvelaría su identidad. En realidad piensa que este relato es inventado y que describe el mundo en un tono decimonónico en el que el obrero es la suma de todo bien y el empresario un canalla. No hay nada de eso. El relato es real y, por lo que me cuentan, bastante común. No deduzco de aquí "la bondad natural" de una clase, solo quiero reflejar que la crisis para algunos es no obtener grandes ingresos y para otros quedarse en el paro. Aunque, paradójicamente, estos últimos no quieren ni oir hablar de la crisis.

1 comentario:

Lopera in the nest dijo...

Concha, permíteme contarte una historia real:

Un amigo, maestro, decidió presentarse con IUCA a las elecciones municipales hace ya algún tiempo. Estaba ilusionado con ayudar a la gente de aquel pueblo que con tanto cariño lo trataban desde hacía ya algunos años.
Salió elegido, y formando coalición con un grupo de concejales independientes (no de los que van a enriquecerse al Ayuntamiento, estos eran honrados) consiguieron la alcaldía y gobernar durante cuatro años. Fueron años muy duros, se habían encontrado con que el PSOE había dejado una deuda excesivamnete grande. Después de muchas horas de trabajo, más incluso de las que su familia podía aguantar, consiguieron reducir prácticamente a cero la deuda.
Como ya he dicho eran gente honrada, y por eso cuando llegaron las nuevas elecciones no pudieron, los del PSOE, decir nada sobre ellos que no fuera demagogia. Y aquí viene lo bueno.

Los del PSOE esgrimieron el argumento de que el pueblo era como la familia, y al igual que un padre se endeuda por sus hijos, el Ayuntamiento se debe endeudar por los ciudadanos. Ganó el PSOE, aumentó la deuda del Ayuntamiento y mi amigo de puso triste, muy triste.

Por supuesto la deuda no la pagaron los concejales del PSOE, la están pagando los ciudadanos de forma directa con los impuestos, y de forma indirecta con la destrucción de los bellos rincones de las afueras del pueblo en los que hay ahora varias urbanizaciones de adosados.

Que pases un buen verano.