Estas últimas semanas apenas si he podido renovar los contenidos de este blog. Se me queja, algún amigo, que echa especialmente de menos los textos más personales de esta publicación.
En estos próximos días me pondré al corriente. Ahora, casi todo mi tiempo libre -que es bastante escaso- lo dedico a preparar la presentación del libro.
"Como Umbral -les digo en broma a mis amigos- he venido aquí para hablar de mi libro".Y todo se me va en revisar listas de invitaciones, recuperar correos electrónicos, hacer llamadas a los amigos más lejanos...En fin, que estoy cada vez más convencida que lo más parecido a la presentación de un libro es una boda, pero sin vestido blanco y sin viaje de novios...He puesto en Facebook que "Dios me ha castigado con esto por no creer en las liturgias" y me han salido una panda de chistosos ofreciéndose a ser padrinos (a ver, amigos, más contención, que esto es un acto serio...y además de ser mucho más breve, tiene un final más feliz que la mayoría de las bodas). Mientras tanto llueven felicitaciones, disculpas, asistencias y muestras de cariño. Si, tal como dicen, "quien tiene un amigo, tiene un tesoro", soy una afortunada multimillonaria.
1 comentario:
¿¡¡¡Cómo una boda!!!? ¡Ostias! pues, entonces, yo jamás me atreveré a presentar uno mío. ¡Cómo una boda, jo, una vez y no más, Santo Tomás!.
Pues vete preparando que llevo arroz.
Un abrazo.
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