sábado, 4 de junio de 2011

Extremadura y lo ya vivido







A propósito de la encrucijada en la formación de gobierno en Extremadura, he escrito este artículo en El País Andalucía

Sé que este artículo va a ser malinterpretado, escrutado, sometido a juicio de intenciones por personas que miran el mundo desde etiquetas inamovibles. No necesito ninguna justificación. Solo les digo, a esos malintencionados, que si hubiera deseado saltar a un cargo en otra organización lo hubiese hecho hace mucho tiempo y de forma muy ventajosa. Desgraciadamente, para mi interés particular, pertenezco a ese tipo de personas que no pueden superar su simpatía por los vencidos y su recelo por los vencedores. Alguien que además tiene un anticuado sentido de la lealtad, fundado más en el cariño de las personas, que en las posiciones políticas de una organización de la que me he desvinculado.
Me inculcaron desde pequeña -en el seno de una familia muy conservadora- que había que ser altivo con los poderosos y sencillo con los desposeídos. No me he agachado cuando el PSOE ostentaba un poder omnímodo en las instituciones. He denunciado la prepotencia, el clientelismo, el afán de acabar con la conciencia crítica de nuestro país cuando el PSOE gozaba de un poder social y mediático indiscutible. Por esas mismas razones -y muchas otras que afectan al modelo social, cultural y económico- no voy a congraciarme, directa o indirectamente, con el poder omnímodo que el PP acaricia en nuestro país, ni acompañar de forma alguna al TéDeTé party.
De Extremadura sé muy poco. Conozco el talante de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, su vena patriotera y antifederal, su soberbia ante cualquiera que le plantara cara a su enorme poder meticulosamente fundado en una infiltración clientelista que llegaba hasta el último rincón de Extremadura. Sé de su alegría cuando IU de Extremadura salió del Parlamento, merced a una barrera electoral incomprensible. Sobre su sucesor, conozco el empecinamiento en proyectos medioambientales insostenibles y la exclusión de sectores internos que ponían en cuestión su autoridad. En cuanto a IU de Extremadura, conozco la honradez de su coordinador, Pedro Escobar, y las dificultades que ha encontrado para trabar un marco de alianzas sociales que le permitiesen volver a la Asamblea de Extremadura.
A pesar de esto, no comprendería que el cambio en Extremadura pase por dejar que el PP acceda al gobierno de la comunidad. No sé si a los extremeños les puede servir la experiencia andaluza. Como dicen las madres, nadie escarmienta en cabeza ajena. Pero en Andalucía se llevó a cabo una de las experiencias de mayor ingenuidad política de la historia de la izquierda.
En 1994, IU-LV-CA obtuvo 20 diputados en el Parlamento de Andalucía y el PSOE perdió la mayoría absoluta. En contra de lo que se ha afirmado, IU no aupó a la derecha al poder, ni gobernó en modo alguno con el PP. Se abstuvo en la votación y se limitó a poner en manos de la oposición la presidencia del Parlamento de Andalucía y a aprobar algunas leyes que tenían como objetivo la regeneración de algunas instituciones andaluzas. El entusiasmo de los primeros meses y la alegría de la propia militancia por estos atisbos de cambio, nos impidieron ver que la sociedad no había entendido en absoluto el mensaje y junto, a una hábil campaña socialista, el periodo fue bautizado como el de la pinza y entendido como una alianza contra natura que fracasó rotundamente en las urnas.
Casi ninguno de los participantes en aquel periodo volveríamos a repetir la experiencia. No se trata de dar un cheque en blanco al PSOE, ni de gobernar prematuramente con quienes se han mantenido numerosos conflictos políticos, pero Izquierda Unida de Extremadura tiene hoy en sus manos la posibilidad de forzar cambios importantes en su comunidad desde dentro o desde fuera del Gobierno. Lo puede hacer preservando su autonomía y con mecanismos de evaluación que no la conviertan en un bastoncito dorado en los momentos de decadencia del PSOE. Pero considerar que la única opción de cambio para Extremadura es dejar que el PP la gobierne, solo alimentará el bipartidismo futuro y la desesperanza en los electores de izquierda.

6 comentarios:

Alberto Granados dijo...

Querida Concha, soy de los que nunca entendieron la pinza de la época de Rejón. Tampoco entendí las pretensiones de obtener réditos políticos como si tuvierais mayoría. Recuerdo vagamente el estupor que sentía en cada telediario al ver algunas medidas vuestras.
Está claro que soy del PSOE, por eso me alegra ver que aseguras que no repetirías la experiencia. Que entiendes ahora que no gustó y que oscostó pasar a una presencia realmente mínima.
Epero, como tú, algo de cordura en Extremadura.

AG

Nacho Martin dijo...

Alberto en referencia a su comentario, me gustaria añadir que entiendo de las palabras de Concha que no lo volvería a hacer simplemente por la tergiversación con que a la opinión pública le llegó todo. Ya que extraigo de lo expuesto por Concha que consiguieron sacar adelante muchas propuestas nuevas y ventajosas para la sociedad. Dónde un PSOE en Andalucia realizaba y realiza en muchas ocasiones politicas de dudosa ideologia de ser de izquierdas, y realiza multiple pactos con partidos como el PA, no sólo en Andalucia ya que a nivel de Estado a preferido pactar con CIU, CC y PNV antes que con IU. Otro motivo de "repensarse" el perpetuar al PSOE en el poder y más aún si como explica muy bien Concha han tratado de destruirte con el poder "absoluto" que ejercen o ejercian en extremadura. No con esto quiero decir que está a favor de una abstención que suba al poder al PP, pero si de exigir de una vez al PSOE que sea justo con IU, y que sea justo con sus propios votantes ya que no creo que estos también prefieran esas politicas que vienen haciendo de pactos con las derechas nacionalistas.

Alberto Granados dijo...

Nacho, resulta facilísimo ser así de crítico desde ese cómodo umbral de prresencia escasa que ha ido teniendo IU en su existencia. Otra cosa es llegar a tener una cuoita de representación suficiente para ejercer un poder. Eso desgasta más, obliga a pactos, a renucniar a "purezas de sangrer", a contaminarse y dejar patentes que nos somos ángeles.
De mi partido actual, el PSOE (antes estuve muy próximo al PCE), sé que ha habido muchas cosas que para mí han supuesto tragarme un sapo, pero también sé que ha modernizado un país que salía de una dictadura y de varios intentos golpistas.
Si el PSOE ha hechpo pactos poco "honrables", IU ha llevado a cabo prácticas que lo identificaba con la derecha. Y eso es al menos tan grave como la acusación que usted señala.

AG

Nacho Martin dijo...

Compañero Alberto, no me refiero a épocas anteriores ni historicas, simplemente le hablo de la pura actualidad que sucede a dia de hoy en el congreso de los diputtados. Si IU no ha llegado a tener mas participación y responsabilidad (a parte por supuesto de fallos propios) ha sido porque 1 persona no es 1 voto, o porque se ha perseguido voluntariosamente la reducción a nivel estatal del pensamiento bipartidista y concentración del voto "util" ante la ley electoral existente. Me gustaria añadirte que no pertenezco ni a IU ni a PSOE ni a ningún otro partido. Sólo hablo de mi sensación como ciudadano, después de reflexiones que se podria decir que las tengo conmigo mismo ya que practicamente este es el único blog que sigo.

Antonio dijo...

Creo que el bipartidismo se consagró a partir de las elecciones de 1982 en el panorama político español y no parece que se vislumbre ninguna solución, al menos a medio plazo. IU está condenada a sufrir con la ley electoral vigente. Principalmente, por esa razón, IU debe ser fiel a sus ideas y no dejarse embaucar por el PSOE, decidiendo para cada ámbito lo que mejor se ajuste al pensamiento de sus conciudadanos y de sus bases. Tengo que recordar que actualmente en Andalucía hay personas que opinan que votar a IU es votar PSOE. Lo peor, cuando hay cabreo del votante de izquierdas con el PSOE, a IU le dan también su parte alícuota. Mi opinión es que tiene que apoyar ocasionalmente y además hacer que así le conste a la ciudadanía.
Luego, están las recetas mágicas de la izquierda del PSOE que sólo valen para los tiempos de bonanza. Cuando la situación se pone cuesta arriba por culpa de la especulación financiera y de otras perversiones sobradamente conocidas (muchas evitables) entonces se empieza a perseguir a los de siempre, a los que son mayoría que para eso están los desgraciados.
A continuación, relaciono para ser práctico los dolores actuales de la ciudadanía: paro juvenil desorbitado, congelaciones de salarios y/o recortes, precarización del mercado de trabajo hasta una situación de auténtica vergüenza, retraso de la jubilación, subida sangrante del IVA, creación de nuevas tasas (basura sólo uso), subida de impuestos municipales, subida escandalosa del transporte público, subida escandalosa del recibo de la luz, cesta de la compra ruinosa, tasas universitarias para echarse a llorar...Vamos, lo de “me sobra mes para tan poco sueldo” está más que justificado. ¿Hablamos ahora de los escándalos de la Junta de Andalucía? ¿Y del divorcio consumado de las autoridades políticas de la administración andaluza de sus “malvados” funcionarios? En fin, así puedes conseguir la Luna pero muchos no lo tendrán en cuenta el día del paseo para ir a votar.

Antonio dijo...

Llamazares: "La única 'pinza' es la de PP y PSOE con la Ley Electoral"

http://www.publico.es/espana/381351/el-psoe-avisa-a-iu-de-que-favorecer-al-pp-reedita-la-pinza

Claro, es que tiene guasa que ahora empiece el PSOE con las recurrentes pinzas.

Llamazares, ha dado en el clavo.