Publicado en El País Andalucía
(Imagen Nikolás García)
¿Se puede mantener un espacio político a la pata coja? ¿Es lógico
simpatizar con las movilizaciones ciudadanas de protesta, pero ejercer
de puros cronistas parlamentarios? ¿Es coherente mantener dos discursos
sobre la crisis: uno de infinita comprensión con los objetivos de
déficit y otro de crítica por los recortes que lo acompañan? ¿Está el
PSOE en un limbo político, a la espera de que la herencia recibida se
diluya y que el pueblo pida su vuelta al poder por el simple desgaste
del Gobierno del PP?
Los que creen que todos los tiempos tienen la misma sustancia,
deberían leer más literatura. El tiempo externo se divide en horas, días
y años de igual duración pero el tiempo interno, el que realmente
vivimos, es de un material moldeable. La consistencia de este último año
ha sido lenta y espesa, como andar por un cenagal de pesadilla. Han
caído viejas certezas; se ha dinamitado la seguridad de nuestras vidas.
Esta crisis ya no dispara con pólvora ajena, sino con el dolor de
nuestros amigos, hermanos e hijos. Como dijo Neruda: “Nosotros, los de
entonces, ya no somos los mismos”. Excepto el PSOE que se debate entre
el pretérito perfecto y el imperfecto, sin darse cuenta de la urgente
llamada del presente.
El bipartidismo que garantizaba la permanencia de dos grandes bloques
conservador y progresista, está a punto de estallar y es posible que la
distancia entre el poder y la irrelevancia política sea tan breve como
un suspiro. Los resultados en el País Vasco y en Galicia solo son la
consecuencia previsible de esta situación. Hubo un momento revelador del
absurdo en el que naufraga la actual dirección del PSOE: el día que
estalló la crisis de Bankia y sus dirigentes ni siquiera supieron qué
actitud tomar al respecto.
Mientras que en Cataluña el PSC se desangra por la herida
independentista, por la impregnación de las teorías de las balanzas
fiscales y la ambigüedad de sus posiciones; mientras que en el País
Vasco se preguntan por la derrota sin caer en la cuenta de que
estuvieron gobernando con el PP hasta hace 15 minutos o en Madrid se
acumulan los fracasos políticos institucionales; Andalucía es la única
comunidad que puede irrumpir en el debate territorial sin estar
impregnada de centralismo o de independentismo, la síntesis de una
propuesta federal, solidaria pero avanzada. Por eso resulta
especialmente molesta su voz a los que se empeñan en mantener el eje
Madrid-Cataluña como única referencia en el debate del modelo de Estado.
Ni añejo españolismo unificador, ni disgregación territorial ni
asimetrías que no esconden más que desigualdades de trato a favor de las
rentas más elevadas.
El hecho de que Andalucía salga con fuerza en el debate territorial
es una necesidad para que no quede postergada pero también es la única
posibilidad de que los valores de solidaridad, pluralidad y federalismo
tengan algún futuro. No se trata de convertir Andalucía en un fortín
anti-PP, ni de aupar al presidente de la comunidad al liderazgo del
PSOE. Es que si el PSOE quiere seguir existiendo necesita un discurso
político empoderado, pedagógico y comprometido con los de abajo. Ni
siquiera es posible afirmar que en Andalucía el Gobierno esté llevando a
cabo una práctica que se pueda calificar con estos cuatro adjetivos,
pero es la única comunidad, el único liderazgo que en el espacio
político del PSOE y en los tiempos presentes puede jugar este papel. En
este sentido, cobra valor el discurso del presidente de la Junta que él
llama de una socialdemocracia fuerte, opuesto a que los poderes
económicos determinen las políticas públicas y ninguneen la democracia.
Puede, además, desde el Gobierno de coalición con IU, no solo predicar
valores, sino ejercerlos y demostrar —de forma mucho más contundente que
hasta ahora—, que las crisis pueden ser gobernadas de otra manera.
Cataluña reclama decidir sobre su propio futuro pero Andalucía reclama
decidir sobre el futuro en común de todos los españoles. Por eso su voz
es tan importante y molesta para los que buscan que nada cambie.
1 comentario:
Es impresentable que aora estos del psoe se ponga en la parte del pueblo,cuando estuvieron gobernando, dandole dinero a los bancos ,recortandole gasto publico al pueblo y quitandole los impuesto a los ricos...aora lo quereis cambair todo por que estais en la opocision y antes aplicabais los mismo ploticas que estos que estan aora.vamos ya no engañais a nadie traidores ustedes no nos representais.ppsoe representan a los poderoros
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