martes, 27 de mayo de 2008

MI AMIGA ES UNA IZQUERDISTA




- Oye, me gusta más tomar el café en el Starbucks de la Constitución que en este barecito en que te empeñas.
- ¿Qué tiene de malo? –dice Ana. Aquí ponen un expreso estupendo.
- Nada, pero me he aficionado a un café con canela y nata que es una delicia.
- Ya, pero a mí no me gustan los starbucks, no me han gustado nunca y menos desde que leí el libro de Noemí Klein. Además se están comiendo el centro a bocados.
- ¿Quién es esa Noemí? Una amiga tuya izquierdista… ¿no?
- Leer algo no te haría ningún daño…o quizá sí. Oye, que me han dicho que estáis de gresca con vuestros trabajadores por el horario de verano y los accidentes laborales…
- Si. Lo que nos hacía falta ahora, con la crisis que tenemos, es una huelga de la construcción. Están locos.
- Claro.
- Ahora que hay poco trabajo quieren reducir el horario…
- Alejandro, no hay quien aguante en un andamio a las cuatro de la tarde en el mes de julio en Sevilla.
- ¿Y tú qué sabes? Calor ha hecho siempre y no hemos tenido estos problemas. Además ellos están acostumbrados, cuando llevas unas horas al sol ya ni lo notas.
- ¿Lo dices por experiencia, no?
- Lo que no se puede hacer es trabajar a cuarenta grados, con un montón de alcohol en el cuerpo. Debería haber controles de alcoholemia en las obras en vez de tanto rollo de medidas de seguridad.
- Me gustaría verte con casco, arnés y gafas de seguridad con cuarenta grados a la sombra
- ¿Por favor, me puede poner un Armagnac?
- ¿Y para los demás no hay controles de alcoholemia?
- No digas tonterías…yo no estoy en un andamio, yo hago relaciones públicas.
- Ya lo veo…no es lo mismo…”Un albañil cae de un techo, muere y ya no almuerza”
- ¿Qué dices?
- Nada, citaba a un poeta.
- Otro izquierdista, ¿no?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi padre también es un izquierdista y, aunque me cueste reconocérselo, yo me resisto a entrar en un Starbucks.

Me encanta tu blog, Concha.

Un beso fuerte.

Sara

Anónimo dijo...

Mi padre es un izquierdista y yo, aunque me cueste reconocérselo, me niego a entrar en un Starbucks.

Me encanta tu blog, Concha.

Un beso fuerte.

Sara

abrahamjpalma dijo...

Por pura curiosidad, Concha, ¿son historias reales con un poco de literatura, o es sólo una bonita historia inventada?

Porque parecen historias que nos pasan casi todos los días, cuando hablamos con los amigos que piensan de otra forma.

Concha Caballero dijo...

Todas son historias reales. La de "Mi amiga es una izquierdista" está un poco literaturizada, pero también es real.
Al revés de lo que pueda parecer, me contengo para no meter tantos diálogos reales, porque mis amigos empiezan a decir, "no te cuento nada porque no lo vayas a meter en tu blog"