sábado, 5 de octubre de 2013

EL PAPA FRANCISCO Y LOS OBISPOS ANDALUCES


 Publicado en AndalucesDiario
    Desde que el Papa Francisco ha dicho que “la curia vaticana es la lepra del papado” no dejo de pensar en los obispos andaluces. Ya sé que no pertenecen a la curia vaticana, pero presentan rasgos muy parecidos al grupo que describe el recién elegido Papa.

    Los obispos andaluces se agrupan en una entidad denominada “Obispos del Sur de España”, aunque son mayoritariamente de nuestra tierra y los temas que abordan son rabiosamente andaluces. Celebran asambleas con relativa frecuencia en la que acuerdan documentos conjuntos que luego se traducen en acciones, homilías o recomendaciones a los fieles. Sienten debilidad por la política y no hay suceso electoral ante el que no se pronuncien con un indeleble tinte azul marino, casi negro, diría yo. Durante la tramitación del Estatuto de Autonomía dieron su “do de pecho” en contra y en las recientes elecciones andaluzas orientaron a los fieles hacia las opciones contrarias al aborto, al matrimonio homosexual y a la defensa de la familia clásica. Perdieron

    Si tienen la curiosidad o el frikismo de repasar sus acuerdos, pensaran que se han equivocado rotundamente de país y de comunidad. La crisis económica es, para ellos inexistente. Los pobres, excepto alguna rendición de cuentas de Cáritas, invisibles. El dolor social, desconocido. Los temas sobre los que discuten, acuerdan y promueven son la ley de patrimonio de Andalucía y cómo afecta a los bienes eclesiales;  la beatificación y canonización de los mártires de las persecuciones religiosas de 1936 o, su tema estrella: la defensa, exigencia, reivindicación y presión a favor de la enseñanza religiosa concertada y privada en la Comunidad Autónoma de Andalucía. En este caso, eso si, entran en harina, felicitan la elaboración de la LOMCE y denuncian las trabas que, en su opinión, el gobierno andaluz está poniendo a la enseñanza concertada. Ni una línea por los recortes de la enseñanza pública o la pérdida de becas. Si creen que exagero pueden verlo aquí.

    Sobre el nuevo Papa, ni pío. La publicación de los obispos del Sur guarda un absoluto silencio sobre sus declaraciones o actividades. A título individual, algunos obispos contradicen o matizan las intenciones del nuevo Papa de renovar el papel de las mujeres en la Iglesia. “El sacerdocio es un don, no un derecho”, declaró recientemente el Obispo de Córdoba.

    Y es que si el Papa Francisco piensa que la única oposición que puede encontrarse para renovar su institución es la curia vaticana, está el pobre mucho más que equivocado. Cuando afirmó que en esta crisis económica, había que estar al lado del más necesitado, que la iglesia debería ser un hospital de campaña para los que sufren o cuando criticó que la Iglesia viviera “obsesionada con el aborto o los matrimonios gays” y los instó a no inmiscuirse “en la vida personal”, estaba retratando fielmente a gran parte de los obispos andaluces.

    Todavía resuenan las palabras del obispo de Granada en las que afirmaba que “España es un país subsidiado y plagado de funcionarios”. O las de aquel otro que santificaba los sacrificios de los recortes. O el insigne obispo de Córdoba, un Sherlock Holmes de la jerarquía eclesiástica, que había descubierto que  “la UNESCO tiene un plan para hacer que la mitad de la población mundial se vuelva homosexual”. O las peores declaraciones nunca vistas sobre la pederastia en el seno de la iglesia, que provinieron del Obispo de Tenerife, también asociado a la Asamblea de Obispos del Sur, cuando afirmó que “hay menores que desean el abuso e incluso te provocan”.

    El aislamiento de la sociedad, la defensa de intereses endogámicos, la insensibilidad ante el dolor social y la obsesión por la sexualidad no es un mal aislado solo en los pasillos vaticanos. Por eso espero con infinita curiosidad los movimientos en la curia española y, especialmente, en la del sur, encastillada en un integrismo hostil a todo cambio.

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