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sábado, 16 de mayo de 2009

Sevilla, ciudad de las palabras



RDeditores TIENE EL PLACER DE INVITARLE
A LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO

Día 21 DE MAYO, JUEVES, A LAS OCHO DE LA TARDE
CARPA PRINCIPAL FERIA DEL LIBRO (PLAZA NUEVA)

El acto contará con la participación de
Isabel Pedrote
Rosario Valpuesta y
Rogelio Delgado.

FIRMA DE LIBROS:
7 a 8 tarde del día 21
y también tras el acto de presentación






SINOPSIS:
“Sevilla no es sólo un lugar, es también un sueño, una metáfora llena de historia y de sentido literario. Descubriremos la fuerza literaria de esta ciudad cuya construcción simbólica se inicia con Julio Cesar para extenderse con el exilio de los poetas andalusíes, los tiempos revueltos del siglo de Oro, las pesadumbres ilustradas, las aventuras románticas, el descubrimiento realista y el cosmopolitismo de los inicios del siglo XX. Este es un libro en el que nos sorprenderán los testimonios literarios recopilados sobre Sevilla y en el que desfilan por sus páginas tanto escritores sevillanos (Cernuda, Machado, Becquer,…), como españoles (Lope de Vega, Cervantes, Juan Ramón Jiménez,…) y, especialmente -por su aportación poco conocida- extranjeros (Lord Byron, Rilke, Pushkin, Chesterton, Sthendal, Dante, Dostoievski, Victor Hugo…)
También supone una meditación sobre la metáfora del sur que se atreve a romper los extremos y que defiende la ilusión de una rebeldía sensual, callejera, descarada y bulliciosa, junto a la intimidad del tiempo que se necesita para atender a la belleza.
Hablar sobre los escritores de Sevilla es hablar sobre la ciudad, indagar la elaboración de su sentido cultural, ese patrimonio de recuerdos que nos acompañan cuando caminamos por las calles.(…) Te aconsejo, curioso lector, que disfrutes del libro de Concha Caballero. Su inventario sevillano sirve para conocer la historia de la ciudad, para ponernos frente a sus metáforas y para responsabilizarnos de ellas sin dogmatismos, supersticiones o falsas promesas de pintoresquismo aguado. Es la responsabilidad de los buenos lectores”. (Extraído del Prólogo de Luis García Montero)

lunes, 16 de marzo de 2009

La metáfora del Sur



Ando a la búsqueda de un título que de sentido al libro que está en edición y acabo enredada en la metáfora del Sur, del paraíso, de las luces y los contrastes que iluminan este trozo de realidad llamado Andalucía o Sevilla.
No he ido al encuentro de esta metáfora, sino que ha venido a mí a través de textos cuyo recorrido abarca dos mil años de historia y he encontrado ecos de mi niñez en cada uno de ellos.
Solo apreciamos en la literatura este inconsciente de luz, de lento transcurrir del tiempo, de ausencia de dolor que ha sido sustancial a nuestras vidas. El pensamiento racional tiende a quitar importancia a esas experiencias vitales, las considera banales o intrascendentes. En el plano político, esa cualidad difusa del sur no da materia para construir fronteras, sino sueños, paraísos abiertos poco propicios para construcciones cerradamente identitarias.
Para los que habitan en cualquier tipo de Norte, el Sur es una huída, una aventura, una promesa de felicidad inalcanzable; para los que vivimos aquí, el Sur es la infancia, son las tardes extendidas, es el tiempo sin tiempo, la ausencia de dolor, el culto a la belleza de unas macetas en flor, de un patio, de una calle en sombra… Nuestro sur es sensorial, se percibe sin esfuerzo pero compromete todos nuestros sentidos y compone una teoría especial del tiempo. Cada uno lo hemos sentido en un momento diferente, en el que no ocurrió nada -excepto una percepción aguda de la luz, de la belleza o del tiempo- y, sin embargo, se nos ha quedado clavado para siempre como el paraíso perdido.
Quizá tenga que ver, como dicen algunos, con nuestra falta de industrialización, con los restos de una sociedad rural que ha pervivido hasta nuestros días, pero ese Sur está repleto de cualidades de futuro, de gozosa existencia, de ser y no de tener, de una experiencia única de sentirnos vivos, sin exaltación aparente, disfrutando de una fiesta íntima que sabemos compartida.

PD. A propósito de un texto de nuestro querido ausente Manuel Vázquez Montalbán, titulado “La metáfora del Sur”. También se puede ver este artículo de Luis García Montero que trata sobre el mismo tema.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

EL EXILIO DE LUIS GARCIA MONTERO


La ideología de la sospecha es sumamente querida por aquellos que practican el resentimiento. Si alguien, con una postura de izquierdas, triunfa en la sociedad actual será inmediatamente tachado de traidor y de vendido. Stalin fue un mago en la utilización de este principio. Cuando se acabó la II Guerra Mundial y volvieron a sus países algunos de los militantes comunistas que habían vivido las atrocidades de los campos de concentración, Stalin no dudó un momento: si habían sobrevivido al horror del nazismo era porque, de alguna forma,habían colaborado. Por tanto, envió a los campos de concentración soviéticos, o directamente a la muerte, a los que tuvieron la suerte de sobrevivir al horror nazi.
El profesor Fortes aplica esta dialéctica a todo su discurso crítico: si algún escritor obtiene un importante éxito editorial es porque se ha vendido o porque -aunque pueda parecer lo contrario- esconde una ideología burguesa e incluso fascista. Así, la figura de Lorca representa “el nacionalsocialismo” y su muerte, por tanto, es una anomalía histórica.
Lejos de crear nada, el profesor Fortes destruye obras, reputaciones, historias vitales con la certeza de ser un gran inquisidor de las letras.
Tardó demasiado Luis García Montero en reaccionar frente a este acoso continuado; encogió los hombros ante las acusaciones de ser un “vendido al capitalismo”; se enfadó ante los insultos a su familia y estalló cuando hizo circular que el suicidio de Javier Egea se había producido por culpa de su traición a los ideales revolucionarios (como si no supiéramos todos la larga búsqueda de la muerte que había iniciado desde su juventud). Ahora un juez castiga a Luis García Montero por haber llamado públicamente perturbado a este profesor. En respuesta, Luis ha anunciado que abandona la docencia en la Universidad de Granada, en una especie de exilio intelectual voluntario que tiene la virtud de poner de relieve la injusticia de la sentencia pero también la indefensión de la razón.
No sé por qué intuyo que en esta decisión pesa tanto la victoria judicial del verdadero agresor como la indiferencia de una comunidad universitaria que tampoco tolera en exceso el éxito literario o el reconocimiento externo de su profesorado. Es la misma Universidad que regateó, durante años, la cátedra al mejor y más genial crítico de la literatura: Juan Carlos Rodríguez. Pero, perdón, de esto no se habla, es el tabú universitario, lo callado, oculto en la escalera del escalafón. El resultado es que la Universidad de Granada, en la que tanto he aprendido, no contará con el lujo de este gran poeta en sus aulas.

domingo, 15 de junio de 2008

ESCENA DE AMOR EN LA PRESENTACIÓN DE UN LIBRO



Cuando no pueden utilizarse las palabras, las expresiones de amor se acercan a lo sublime. Me gustan las escenas en la que los amantes se despiden en el andén de una estación. Justo ese momento en el que ya no caben las palabras, la silueta se aleja, el cristal separa a los amantes y es necesario decirlo todo con los ojos, con las manos, con la expresión del cuerpo.
Estamos en la presentación de un libro de Luis García Montero, “Inquietudes bárbaras”. El lugar es la segunda planta de Fnac y compartimos nuestro recogimiento, ávidos de las palabras del poeta, con los compradores de discos, maquetas, muñecos de películas de éxito. Ella está de pie, atenta a las palabras de los intervinientes pero, de vez en cuando, vuelve la vista hacia la escalera mecánica. No mira con ansiedad, solo con deseo de reconocer la silueta amiga.
Pasan veinte minutos. En los peldaños de la escalera aparece él, con una sonrisa triunfante. Trae, sin duda, una buena noticia. Ella lo ha mirado sin moverse. Él ha dicho que sí, con la mirada. Se acerca. Le susurra algo al oído. Dibujan una danza de amor en tiempo lento. Se sitúan uno junto al otro con las manos cogidas. Él se coloca detrás de ella, disimulando un abrazo clandestino. Después ella da la vuelta, sonríe, se coloca tras él. Apenas si se rozan la piel, pero han inventado una intimidad intensa. No hay tiempo ni palabras. Solo ellos. Y el poeta, en su discurso, está ausente.

domingo, 25 de mayo de 2008

LAS UTOPÍAS MODESTAS





No quiero hacer de mi blog un panfleto político, ni mucho menos un recetario de medidas para la deseada reconstrucción de la izquierda. Hay otros espacios y otros lugares para ello. Quiero hablar de la vida, de ese espejo cambiante, de gente que conserva la esperanza, de algunos relámpagos de dignidad que diariamente asoman, huir de grandes proclamas que son menudencias y rebuscar pequeños hechos que dan dignidad y alegría.
Esta semana miles de profesores han hecho huelga contra un incentivo económico que la Junta de Andalucía había decretado. Más allá de los conflictos entre sindicatos, el hecho de que miles de personas rechacen cobrar más es inaudito, extraordinario, poético. Me descubro el cráneo, como diría Max Estrella.
En el día de ayer participé en la presentación de un manifiesto por una Izquierda Unida abierta y de futuro. Luis García Montero hizo un nuevo alarde de generosidad, poniendo su voz sin rastro de ira al servicio de este proyecto. Apertura, dignidad, encuentro, futuro, esperanza, desde la modestia del que sabe que no tiene todas las respuestas. Recibimos, sin embargo, una respuesta airada del PCE que dice que solo en su organización está el “epicentro de todas las izquierdas”. Como no queremos desatar ningún catastrófico terremoto, no importa.
Luis García Montero presenta el día 12 de junio en Sevilla, su último libro, “Vista Cansada”, donde lejos de reflejar cansancio, muestra nuevas miradas, paraísos furtivos de utopías modestas y de amor terrenal. Mi amigo más querido, al preguntarle cómo se sentía al cumplir los mismos cincuenta años que nuestro poeta cumplirá este año, me dijo “me siento como un caminante que ha subido una montaña muy alta. Mi cuerpo acusa el cansancio del esfuerzo realizado, pero tengo por primera vez ante mi una vista amplia y hermosa”.