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sábado, 7 de mayo de 2011

Ensayo general

Artículo publicado hoy en el País Andalucía:


Lo siento por Baudelaire pero no hay ahora mismo nada que guarde tantos significados ocultos, tantas correspondencias y metáforas como esta campaña electoral que acaba de comenzar.

      En teoría la gran pregunta es qué modelo de ciudad y de convivencia defiende cada opción política, pero esta es una cuestión que ni los partidos políticos, ni la propia ciudadanía está dispuesta a discutir.

      La sociedad tiene otras urgencias, otras apreturas, otros malestares que quiere expresar. Son las primeras elecciones desde que estalló la crisis económica y de alguna forma quiere manifestar el descontento con los compromisos incumplidos, los cambios de rumbo y la brecha social que cinco millones de parados suponen para un Estado que se proclama una democracia política y social. El PSOE se escuda en las exigencias de los mercados, pero estos tienen la ventaja de no presentarse a las elecciones y la ciudadanía no puede ir a manifestarse a sus puertas ni a revocar el poder omnímodo que los gobiernos le han concedido, arrancado directamente de las manos del pueblo.
      El PP, por su parte, ha convertido las elecciones municipales y autonómicas en un ensayo general para el acceso al poder que, según dicen todas las encuestas, podría producirse pocos meses después de estos comicios. En especial en Andalucía, el PP pretende convertir las batallas de Sevilla, Córdoba, Jaén y Jerez en la antesala de su triunfo en las próximas autonómicas. Rajoy no ha iniciado su campaña en Andalucía para apoyar a su candidato Zoido, sino para investir a Arenas con la púrpura del poder de la Junta de Andalucía. Curiosamente, Andalucía se ha convertido en el mayor objeto de deseo de la derecha política, en la metáfora perfecta del triunfo indiscutible y absoluto.
      Por eso, básicamente, el debate sobre las ciudades no se va a producir, ni tampoco un verdadero debate sobre la gestión política o las propuestas programáticas. Pero una cosa es que el debate no se produzca y otra cosa que no existan modelos de ciudades diferentes. En anteriores elecciones el gran tema municipal era el desarrollo urbanístico. Sin embargo, en estos momentos ese debate está aparcado, no porque hayan muerto los proyectos especulativos y desarrollistas sino simplemente porque la crisis del ladrillo los ha hecho inviables a corto plazo. Es decir, no faltan especuladores, sino mercado; no faltan proyectos desarrollistas, sino compradores. Lo más preocupante es que este debate ha sido sustituido por otro, aún más soterrado y turbio sobre la vivencia y convivencia social. A diferencia de otras posiciones, la desagregación, los prejuicios contra los inmigrantes, contra los pobres, e incluso la limitación de manifestaciones culturales en las calles, no han sido elevados a rango de debate político, sino que se ha expresado en reglamentos municipales, verdaderos poemas enigmáticos de exclusión social y prohibiciones sin cuento. Naturalmente, nadie se atreve a pronunciar un discurso xenófobo. Nadie nos va a prometer segregar a los más pobres, ni desatender los barrios más desfavorecidos. Simplemente se limitan a alimentar estos discursos sotto voce y a implementarlos con la práctica municipal. Dolorosamente, tampoco nadie se atreve a combatirlos de frente por miedo a perder el asentimiento de una mayoría social que se supone escorada, cada vez más acusadamente, hacia estas posiciones. No se percatan de que es este un ensayo general para una batalla política futura en la que se pondrá en solfa el papel redistribuidor del estado, comenzando por los servicios públicos de salud o de educación.
      En política, como en la vida, tan importantes son las palabras como los silencios; el lenguaje verbal y el gestual; lo pronunciado y lo sugerido. Los que han decidido convertir estas elecciones en un juego de tronos, en un recuento de territorios conquistados o perdidos, es posible que ganen la partida. Pero la chincheta con la que marcarán su victoria en las urnas solo atrapará la flor muerta de la desesperanza.

      viernes, 24 de julio de 2009

      Esperando a Bruce Sprinsgteen

      Por fin tengo en mis manos las entradas para el concierto de Bruce Springsteen en Sevilla. En el quinto pino y compradas a última hora a precio de oro. Al final no me atreví a adquirir las de pista por el calor, la falta de visibilidad y la interminable espera de pie, aunque –ya lo sé- los conciertos se viven de verdad en la pista y no en una grada con el asiento numerado. En una ciudad centrada en el debate de limitar o no el uso de las sillitas plegables en la Semana Santa (¡qué habremos hecho para merecer esto!), se podría ampliar la discusión con la posibilidad de llevarlas también a los conciertos de música y a los bares de copas. Yo me manifiesto rotundamente a favor de este utensilio democrático y popular, aunque el rock y la sillita de playa no hagan una pareja ideal pero… ya se sabe que la comodidad rara vez se lleva bien con la estética.

      Bruce saldrá al escenario y se nos olvidarán las penas (y el precio de la entrada). Al tercer acorde, el estadio entero va a levantarse para cantar y moverse al ritmo de la orquesta E Street Band. Incluso los más incrédulos –porque en la música hay algo parecido a la fé- verán como se les desliza el pie, los hombros y comenzarán a balbucear los estribillos, incluso sin saber una papa de inglés.

      Ya he confesado que en esto de Bruce Springsteen, yo soy una conversa. Fui a verlo por primera vez con una mezcla de incredulidad y curiosidad, enamorada de canciones como The river, Born to run o Streets of Philadelphia, pero algo distante por la estética de camionero chulo que lo acompañaba. Pero de cada concierto de Bruce –si, ya tengo esa confianza con él- salen miles de conversos que se dedican a propagar las excelencias de su nueva fé.

      No hay en sus conciertos ningún alarde de luminotecnia, de efectos especiales, de apariciones fantasmales. El montaje, en este caso, es presentar la música en estado puro, como una diversión coral maravillosa, con músicos de excelencia y una alegría de vivir que desconcierta. Sus canciones hablan de la épica de la gente corriente, de la lucha por la vida de gente que sabe no va a triunfar, aunque ahora, más esperanzado que nunca, está “Working on a dream”. Como decimos por aquí: ¡Ojalá, Bruce!


      martes, 26 de mayo de 2009

      Intervención de Isabel Pedrote: mi ciudad


      Si quieres leer la intervención de Isabel Pedrote en la presentación de libro "Sevilla, ciudad de las palabras", pincha aquí

      jueves, 21 de mayo de 2009

      Paseo sevillano a través del tiempo y la literatura



      Un revelador paseo sevillano a través del tiempo y la literatura
      Alejandro Luque

      El Correo de Andalucía

      Concha Caballero cambia la política por los libros en una nueva etapa de su vida / J.M.Cabello


      Sevilla, Ciudad de las Palabras (Rd Editores) es el título del debut literario de la profesora y ex portavoz parlamentaria de Izquierda Unida, Concha Caballero, una invitación irresistible a pasear por Sevilla a través del tiempo y de la literatura.La fama literaria de la capital hispalense es conocida desde antiguo, pero pocas veces ha sido contada de una forma tan minuciosa. Caballero, profesora de Lengua y Literatura, se propuso “recoger en un libro buena parte de la literatura que se había ocupado de la ciudad, pero tratando de que no fuera un manual, ni algo aburrido. Después de tres meses de trabajo ya tenía más de 250 archivos seleccionados. es la ciudad más literaria de España, y de las más literarias del mundo”. Juan Ramón Jiménez y Luis Cernuda, el Cancionero y la Ilustración, el Don Juan y la Carmen, el libro –que cuenta con un generoso prólogo de Luis García Montero– reproduce y comenta textos de los principales autores de nuestro idioma, pero su autora quiso ir un paso más allá y presentar “una mirada de los extranjeros, como sucedió con los románticos, con mucha profundidad y libre de tópicos”, explica Caballero. Empezando por Julio César y llegando hasta Dostoievski, Gautier, Stendhal, Pushkin o Lord Byron, la autora pone sobre el papel algunos hallazgos inesperados, pero señala que hay mucho más. “El libro concluye en el 27, pero Sevilla no ha perdido esa fuerza literaria que siempre la ha caracterizado. La historia continúa”.metáfora completa. No se trata, sin embargo, de una guía al uso, de las que obligan a los turistas detenerse en una esquina buscando la casa natal de alguna celebridad o el parque que inspiró tal o cual poema. “Más que un paisaje físico, lo que este libro muestra es un mapa sensorial y sentimental de la ciudad. Sevilla es también la luz, la infancia, la madre, es un concepto del tiempo, tanto para los escritores propios como para los forasteros”, comenta Concha Caballero. “No sorprenden tanto los monumentos como esas cosas, el tiempo, las relaciones humanas. Aunque es magnífico que exista la Giralda y el Casco Histórico, esa forma especial de vivir es la metáfora completa del Sur”, agrega la autora. Cuando se le pregunta si los escritores han hecho más por Sevilla que los políticos, o viceversa, Caballero afirma que “depende de qué políticos y de qué escritores. Lo que está claro es que la construcción simbólica, lo inmaterial que dicen los cursis, es una riqueza de la que apenas se habla. Esta ciudad tiene que descubrir ese valor y disfrutar de él”, apostilla.

      lunes, 4 de mayo de 2009

      "Sevilla, ciudad de las palabras" Por fin presento mi libro


      El día 21 de mayo, jueves, presento mi libro en la Feria del Libro de Sevilla. El acto tendrá lugar en la carpa que se instala en la Plaza Nueva, frente al Ayuntamiento. Desconozco la hora exacta pero alrededor de las siete de la tarde. Estáis invitados. Os informaré.
      (La imagen se puede ampliar para leer el texto)