Mostrando entradas con la etiqueta Chaves. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chaves. Mostrar todas las entradas

jueves, 19 de septiembre de 2013

SEÑALADOS, OBJETIVO CONSEGUIDO


Artículo publicado en El País Andalucía

   No sé si han tenido la oportunidad de ver The Newsroom. Es una de esas producciones norteamericanas que te hacen amar apasionadamente el periodismo. El equipo de redacción de este informativo televisivo, investiga, desvela, contrasta la información y reconoce errores cuando se producen. Han emprendido, eso sí, una lucha particular contra el Tea Party por el uso de la mentira, la exageración y la deformación interesada de la realidad, algo que consideran una amenaza para la democracia.

   No me atrevo a entrar en los fundamentos jurídicos de los autos de la jueza Alaya, pero si les digo que una gran parte de periodistas, columnistas, juristas están escandalizados por su forma de instruir. Incluso personas muy afines al PP reconocen en privado la falta de garantías de sus procedimientos. En la trastienda de las tertulias se opina que los contenidos de sus textos son contradictorios y que el calendario se ajusta como un guante al calendario político. Pero si les preguntas por qué no escriben lo que realmente piensan o por qué no lo dicen en público sacuden la cabeza y te contestan que “no quieren mezclarse en este asunto tan feo de los ERE”.

   Yo tampoco. Los delincuentes de los ERE, además de haber robado 136 millones, le han hecho el mayor daño imaginable a Andalucía. Por muy duras que sean las sentencias, no pagarán nunca su delito contra nuestra tierra. Sin embargo esta condena no nos puede llevar a considerar justo lo injusto, o adecuado lo esperpéntico. No se puede combatir la corrupción sin procedimientos limpios, democráticos y justos.
El PP comunicó a la prensa el presunto auto de la jueza Alaya en plena toma de posesión del Gobierno. Zoido luego leyó con delectación la palabra “imputado” y proclamaba que “se habían derrumbado los pilares de la Junta de Andalucía”. Los informativos de varias cadenas de televisión abrieron y cerraron con la imputación de dos expresidentes andaluces. Dos días después, el mismo Zoido reconocía que “realmente imputados no están, pero sí señalados”. Esa es la palabra. Como se decía antiguamente en los pueblos. ¿Qué clase de figura jurídica es esa? Ninguna, pero no importa. Ni las cadenas estatales van a rectificar, ni el sambenito de la imputación va a ser retirado.

   Los autos de la jueza Alaya son, literariamente, una mina. Ha llevado la novela negra a las salas de instrucción de Andalucía incluyendo las detenciones nocturnas y la tensión psicológica en los interrogatorios. De repente dio un vuelco al guion y decidió que había “llegado el momento de dar un salto cualitativo a la instrucción” y poner el foco no en los ladrones, sino en los guardianes. Imputó a veinte ex altos cargos de la Junta tirando del organigrama. Los delitos no se detallan. Por lo visto haber sido director general de Presupuestos o cualquier otro alto cargo es en sí mismo un acta de acusación.

   El último auto supera a los anteriores en cuanto a figuras literarias. Comienza con una figura oblicua: algunas actuaciones procesales podrían contener “cierta carga incriminatoria”. Continúa con un verdadero manual de paradojas y antítesis. Imputa sin imputar en sí. Cada párrafo niega lo que se ha escrito en el anterior. Se utiliza la vieja figura de la preterición tan útil para el insulto (después de diez líneas sobre la imputación, afirma que no es el caso referirse a ella). Y finaliza con un toque de ironía cuando dice actuar para evitar a estas personas “la presión de los medios de comunicación”.

   Somos a estas alturas lo bastante maduros para distinguir quién se ha llevado dinero y quién no; dónde comienza el delito y dónde las responsabilidades políticas. Pero vivimos en un país en que el descrédito de la política se ha convertido en franca hostilidad. En este mar encrespado nadie quiere ir contracorriente. Sin embargo, sumarse al silencio o a la riada, no es bueno para la democracia. Si queremos que la política recupere su dignidad, tenemos que distinguir, analizar, ser escrupulosos con el estado de derecho. O estaremos trabajando para otro sistema. Otro régimen. Ya entienden.
@conchacaballer

domingo, 30 de septiembre de 2012

CORRUPCIÓN ESTILO COMPADRE



Publicado en El País Andalucía

            Dicen algunos que el toque de distinción del cine americano son unos personajes secundarios envidiables y un atrezo que parece sacado de la vida real. Las casas parecen habitadas y vividas; los cajones llenos de papeles y el vestuario aparenta haber sido usado muchas veces. En ese sentido la literatura o el cine nos acercan, a veces, más a la verdad que la historia o el periodismo porque nos presentan el clima exacto de los acontecimientos sin el cual no podríamos entender la trama.

           El caso de los ERE no era tal caso hasta que un personaje conocido como “el chófer”, le puso a la corrupción el marco de las drogas, sexo y alcohol pagados con el dinero público. Esta semana, otro personaje ha expresado el ambiente moral propicio para el caso de los ERE. Le llaman El conseguidor y él mismo reconoce que “su perfil” lo convierte en una percha ideal para purgar los pecados ajenos. Para empezar, tiene tela que en un Estado democrático existan personajes con este sobrenombre, o sea, especialistas en conseguir favores o derechos por parte de las Administraciones públicas; gente con buenas relaciones y entrada libre en los despachos oficiales de uno y otro signo. Según él mismo, en “muchas ocasiones actuaba de forma altruista”, aunque su generosidad no le impidió incluirse él y su esposa como falsos prejubilados de la empresa Hitemasa, donde nunca habían trabajado, y recibir una escandalosa indemnización de 350.000 euros.

           Otro de los protagonistas del caso, Francisco Javier Guerrero, nos aporta el color local de este proceso de corrupción. En su pequeño pueblo de la sierra sevillana de El Pedroso, es un personaje muy apreciado porque ejercía de rey mago, eso sí, con el dinero de todos los andaluces. Consiguió para su vecino, minusválido y con una raquítica pensión, una ayuda de casi 500.000 euros, sin rellenar siquiera una solicitud. El pobre hombre declaraba ante la juez: “Creí que se estaba haciendo justicia conmigo después de trabajar toda la vida”. No me digan que esto no es cine o literatura. Electricistas, tenderos, dueños de bares se vieron beneficiados por el gran corazón de su vecino, aunque también su suegra y allegados tuvieron su particular derrama de dinero público.

             Finalmente, otras almas caritativas participaron también en este corrupto sistema y practicaron el lema de “un poquito para los necesitados y otro poquito para mí, que también lo merezco”. Junto a los intrusos puros y duros de los ERE, se suscribieron pólizas de intrusillos, es decir, personas que habían trabajado para la empresa pero que habían dejado de hacerlo o que no pertenecían a la plantilla afectada sino a subcontratas. ¿Cuál es el denominador común de estas actuaciones? El compadreo, el paternalismo de casino y el clientelismo político.

           No comparto la tesis de que en el caso de los ERE hubiese una determinación de crear un sistema corrupto para enriquecer a sus gestores. De hecho, no se han descubierto grandes capitales ni patrimonios individuales como en el caso Malaya o Fabra. El sistema pudo ser en sus inicios un intento bienintencionado de evitar problemas sociales, o dicho más críticamente, una forma de comprar la paz social en Andalucía, pero rápidamente derivó a un procedimiento clientelar y, a renglón seguido, a un comportamiento corrupto. Cuando la Administración evita los procedimientos reglados, prescinde de la publicidad y el control, es solo cuestión de tiempo que aparezca la corrupción.
       
           Más allá de las responsabilidades penales, si algo nos enseña el caso de los ERE es que el clientelismo político, en el que tan afablemente se ha desenvuelto la sociedad andaluza durante mucho tiempo, es un foco de desigualdad y, al final, de corrupción.
    
           Los ERE de Andalucía no dan para una gran novela social, pero ofrecen el retrato de una parte de nuestra historia que debe acabar: el clientelismo político, la confusión de los límites institucionales y la ausencia de mecanismos de control especialmente del Gobierno pero también del Parlamento y de las instituciones encargadas de auditar las cuentas. Algo contra lo que hay que clamar, sin contemplaciones, un nunca más como la copa de un pino.

viernes, 23 de enero de 2009

RESPUESTA ANDALUZA A LA CRISIS


Hoy publico este artículo en El Correo de Andalucía

"La sombra de Obama planeaba sobre el debate parlamentario de esta semana en la cámara andaluza: todos querían imprimir un toque de sinceridad y de unidad a su discurso. El Presidente de la Junta reconoció, por primera vez, la gravedad de la crisis y los tiempos sombríos en los que vivimos. Por su parte, el señor Arenas contenía a duras penas su confrontación personal, y se ofrecía arrimar el hombro. Pero fuera de la cámara no había un público ilusionado y expectante, sino andaluces cansados, escépticos, que esperan poco de la política. Las cosas han cambiado a una velocidad de vértigo. En menos de un año hemos pasado de la promesa del pleno empleo a la previsión de un millón de parados; de una disponibilidad infinita de crédito a unos bancos cuyas ventanillas están abiertas pero sus arcas cerradas; de un crecimiento desbocado a una recesión sin expectativas; de una crisis financiera limitada a una crisis global que afecta a los mercados, a la producción, el uso de los recursos naturales y la disponibilidad alimentaria.Ante algo nuevo, sin precedentes en la historia reciente, no se puede responder con las viejas recetas, los mismos discursos políticos, idénticas palabras. No es posible, ni siquiera deseable, volver al crecimiento desmesurado de estos últimos quince años. Todo el mundo lo sabe.No es un catálogo de medidas dispersas lo que puede detener la crisis y devolver la ilusión a los andaluces. No se trata tampoco –como apunta la derecha– de gestionar mejor la administración pública ni, mucho menos, de bajar los impuestos y exportar la ruina privada a las arcas públicas. Sólo un cambio en profundidad del modelo económico andaluz puede operar el milagro. Las viejas recetas están demostrando no ser siquiera paliativas y hacen perder un tiempo precioso para la recuperación. Valgan dos ejemplos: los avales a los bancos no hacen circular el dinero hacia la sociedad y se utilizan para consolidar el balance bancario. En cuanto a los ocho mil millones en obras extraordinarias para los ayuntamientos, una vez invertidos –por cierto en un sector sin presencia alguna de mujeres– no consolidarán ni un puesto de trabajo ni nuevos servicios para la comunidad. Se puede, sin embargo, convertir la crisis en una oportunidad para cambiar el signo de la economía andaluza. La respuesta, puede provenir de los sectores hasta ahora marginales del modelo económico: la ecología y el desarrollo social. Si los ciento veinte mil millones de euros en avales a la banca, se hubieran empleado para avalar energías renovables, reciclaje de materiales y todo lo que se conoce como “trabajo verde”, se crearían miles de puestos de trabajo que apuntarían, además, a un nuevo modelo económico. Si los ocho mil millones de euros a los ayuntamientos –que se van a dedicar en su mayoría a obras superfluas– se dedicase a crear una verdadera red de servicios sociales en cada municipio, se crearía bienestar y empleo de calidad.No se puede abordar una crisis estructural con medidas coyunturales. Eso es sólo esperar que la inercia de los tiempos solucione la crisis económica. Y no nos engañemos, aunque la actual crisis económica sea de origen internacional, el foso de la caída se ha excavado con las manos andaluzas que han apostado alegremente por un crecimiento urbanístico desproporcionado y han desdeñado trazar un modelo económico sostenible, social y productivo."

miércoles, 25 de junio de 2008

DESNUDAS FRENTE AL PODER


Tengo una amiga africana, llamada Anastasia Nzé. Vino a Andalucía huyendo de la persecución política y de la violencia doméstica. Tiene en su cara una cicatriz que le atraviesa la barbilla y el labio inferior. La luce con el orgullo de una herida de guerra contra la dominación masculina y la falta de libertad. En España, tras muchas dificultades, completó sus estudios universitarios y creó un sueño de igualdad que se llama Afromujer. Ahora se ha marchado a su país natal, Guinea, atraída por una nueva oportunidad para implantar las ideas de democracia y libertad por las que tanto ha luchado.
Anastasia solía acompañarme en el Parlamento de Andalucía durante el turno de preguntas al Presidente. Y se marchaba, casi siempre descontenta de las respuestas que recibía de Chaves sobre temas sociales.
- La próxima vez, -decía- deberíamos desnudarnos cuando llegue el turno de réplica.
- Ana, no creo que sea la mejor manera de protestar.
- ¿Cómo que no? En mi etnia, cuando las mujeres queremos protestar contra alguna injusticia, acudimos al centro del poblado y nos quedamos desnudas hasta que se atienden nuestras demandas.
- No creo que nos atendieran, pero…saldríamos en todas las fotos.
Durante cuatro años Ana me ha propuesto centenares de veces la protesta del desnudo y nunca ha entendido mi negativa a hacerlo.
- De verdad que es efectivo. Los cuerpos dicen la verdad…desnudarte es la demostración de que estás diciendo la verdad, sin esconder nada y planteando algo justo.
Los europeos no entendemos el lenguaje del cuerpo, pero había algo majestuoso y auténtico en su propuesta.
Anastasia vestía, en casi todas las ocasiones, con pareos y tocados de colores brillantes. En una ocasión le alabé el tocado de colores malvas y amarillos.
- ¿Te gusta? –me dijo- Pues es el tocado de “estoy harta de todo”.
- ¿Quieres decirme que los tocados hablan?
- Cada etnia tiene sus colores y sus significados.
- ¿Por ejemplo?
- Hay tocados para manifestar que estar contenta y otros para decirle, por ejemplo, a tu marido que no quieres saber nada de él.
- Y ellos ¿qué dicen ante esto?- le pregunto.
- No dicen nada – contesta- los hombres apenas si dicen nada a las mujeres.
Anastasia Nze quiere cambiar miles de cosas de su tierra, pero conservar los colores y el lenguaje directo de los cuerpos.

martes, 6 de mayo de 2008

ANDALUCIA: TANTOS PARADOS COMO CATALUÑA Y MADRID JUNTAS


La estadística del INEM nos deja sin aliento. Andalucía alcanza los 545 mil parados, es decir, el equivalente a sumar la cifra de parados de Cataluña y Madrid (300 mil y 260 mil respectivamente).

Somos, además la Comunidad con mayor número de mujeres desempleadas (más de 313 mil), y batimos record de paro entre las comunidades en cada uno de los sectores de actividad. Es necesario apuntar que en la construcción hay 90.000 parados pero que en los servicios la cifra se acerca a 300.000.

Por lo que respecta a los contratos realizados en el mes de abril, en Andalucía el 95 por ciento fueron contratos temporales y sólo el 5 por ciento indefinidos. Es decir, más paro, pero también peor calidad del empleo. Del salario ya, ni hablamos, porque la presión a la baja es brutal.

¿Dónde está la modernización del sistema productivo andaluz? ¿Dónde las promesas de salir de la dependencia del ladrillo, el turismo y los servicios en general?

Como dice mi amigo Manolo Lay, no se ha aprovechado el tiempo de las vacas gordas para cambiar el sistema productivo y, ahora, viene el tiempo de las vacas locas.

domingo, 4 de mayo de 2008

ÚLTIMA PREGUNTA A CHAVES


Pregunta Oral 7-07/POP-000508, relativa al balance de la acción de gobierno.

5 DE DICIEMBRE DE 2007

La señora PRESIDENTA —Muchas gracias, señor Presidente.
La siguiente pregunta con ruego de respuesta oral en Pleno, dirigida al Presidente de la Junta de Andalucía, se refiere al balance de la acción de gobierno.
Es una pregunta que formula el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, que plantea su portavoz, señora Caballero Señora Caballero, tiene la palabra.

La señora CABALLERO CUBILLO —Sí, señora Presidenta.
Señor Presidente, empezó usted la legislatura hablando de segunda modernización, tuvo que retirar los anuncios porque nada de esto se había cumplido, y los problemas estructurales persisten en Andalucía, solo que usted no quiere verlos.
Los últimos datos sociales andaluces deberían conmoverlo: 287.000 andaluces viven en situación de pobreza extrema, señor Chaves; el paro ha alcanzado 508.000 andaluces; Andalucía es la penúltima comunidad en renta familiar; el fracaso escolar —y no voy a hablar del informe PISA si quiera— es una amenaza para el futuro; Andalucía ocupa el primer lugar en delitos urbanísticos y en ocupación del territorio, y ni un solo metro andaluz en esta legislatura se ha concluido.
Sin embargo, a usted, míster excusa, especialista en balones fuera y en cortinas de humo, le sintetizo algunas de sus respuestas: «Hay muchas denuncias urbanísticas porque tenemos mucha población»; «los metros andaluces van a marcha lenta porque tienen que hacer tres y no uno, como en Madrid»; «no se han podido cumplir los compromisos en materia de vivienda por culpa del PP»; «el abandono escolar son causas inherentes al sistema», y «hay mucho fracaso escolar por el retraso histórico de Andalucía». Quiero decir que ni un congreso mundial de historiadores le ha sacado tanto provecho al pasado como el señor Chaves.
Usted, es cierto, no vive en el pasado, señor Chaves, pero vive en buena parte del pasado. Y cuando ve que los problemas del presente lo acucian, toma algunas medidas que son solamente una forma de aparentar que ejerce el Gobierno, más que un ejercicio en sí, ¿no? Es como un niño cogido en falta que durante unos días, solo durante unos días, se porta bien.
Cuando arrecieron las críticas por la especulación urbanística y el descontrol del territorio, del que usted es responsable, tomó algunas medidas de izquierda, como la limitación urbanística; prometió regular los campos de golf y aparentó que iba a ser contundente en materia urbanística. Pues bien, la fiebre ha durado seis meses, cuanto que pasaron las elecciones municipales.
Cuando hay debilidades en materia medioambiental, se hace una foto con Al Gore, pero se sigue incumpliendo el Protocolo de Kyoto en la Comunidad Autónoma de Andalucía. O cuando se pide que se actúe, en materia social, hace grandes declaraciones, pero pequeñísimas realizaciones, como hemos demostrado con el tema de dependencia y otros.
Y ha habido también falta de talante, porque ha habido mucha apariencia de talante, pero el diálogo se acaba cuando interesa a sus intereses estrictamente partidarios. En resumen, señor Chaves, creemos que ha sido un Gobierno incapaz en lo social, ostentoso en la propaganda y temeroso ante los intereses del poder económico.
Y esta, sin duda, ha sido la legislatura del Estatuto, y hemos trabajado con fuerza en él, intentando darle una impronta social evidente. Y hemos trabajado en el tema legislativo, desde Izquierda Unida, para colaborar en un nuevo marco y en nuevos compromisos de cara al futuro. Pero lo que interesa es que usted, con 14 consejerías, con más funcionarios que Cataluña, Madrid y País Vasco juntos, y con todo el poder, apenas ha cambiado en estos años la realidad andaluza.

La señora PRESIDENTA —Muchas gracias, señora Caballero Cubillo.
Señor Presidente de la Junta, tiene la palabra.

El señor PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA —Sí, señora Presidenta.
Señora Caballero, decir que Andalucía no ha cambiado en estos años, no solamente es falso, sino injusto.Y usted lo sabe muy bien, señora Caballero. Usted puede hacer muchas declaraciones grandilocuentes, como las que acaba de hacer en estos momentos, pero lo que usted acaba de decir no se corresponde con la realidad de Andalucía. Yo no voy a ocultar —ni los he ocultado nunca— los problemas que tiene Andalucía, pero decir que en todos estos años de Gobierno socialista no ha habido cambios y no se ha transformado la realidad es injusto, así como creo que no es lo que perciben los andaluces, al menos si, democráticamente, nosotros aceptamos los resultados de las elecciones.
Mire usted, yo no hablo de datos del pasado, sino de datos del presente. Y yo creo que, si comparamos con el 2004, por referirme a esta legislatura, y para que usted no me acuse de que acudo a la historia, pues, hoy los andaluces viven mejor y tienen más derechos que a principios del año 2004. Hoy, en Andalucía, trabajan 512.400 personas más que a principios del año 2004, hay 98.600 parados y paradas menos, nuestro Producto Interior Bruto per cápita ha aumentado en un 21% y hay 70.105 empresas más, lo que quiere decir que nuestra economía también ha cambiado, que es dinámica, más fuerte y también nos está aproximando a los parámetros de la Unión Europea.
En segundo lugar, señora Caballero, hay más derechos sociales que los que había en el año 2004, lo que comporta un mayor bienestar y más seguridad.
Ha sido una legislatura con un profundo contenido social, y me remito, señora Caballero, a mi discurso de investidura; es decir, me refiero al derecho a una plaza de Educación Infantil gratuita, a la gratuidad de libros de texto, a una plaza en guardería, a dentistas de cabecera para los niños, a la atención bucodental de las personas con discapacidad severa, al chequeo médico anual para las personas mayores, al diagnóstico genético pre implantacional, a los menores hospitalizados y también al derecho de las personas con dependencia a ser atendidos.
Señora Caballero, más de dos millones de personas, a partir del año 2004, tienen derechos sociales que no tenían antes del año 2004. Y Andalucía es mucho más fuerte en estos momentos porque está presente en actividades de futuro. En esta legislatura, hemos logrado estar presentes en la investigación biomédica más puntera; estamos reforzando el sector aeronáutico, con un polo de los más importantes de Europa; estamos presentes en la investigación de la biotecnología, en las energías alternativas... No es solamente hacerse la foto, señora Caballero, con Al Gore. Y también somos más ambiciosos y hemos aprobado un Estatuto de Autonomía que yo creo que ha sido también punto de referencia para otros Estatutos de autonomía.
¿Que quedan cosas por hacer? Evidentemente.
¿Que quedan problemas por resolver? También. ¿Que existen déficit estructurales? También. ¿Que hay pobreza? También. ¿Que hay bolsas de marginación? También. Pero el salto que ha dado Andalucía en todos estos años, reforzado por la gestión de los últimos cuatro años, yo creo que ha sido importante.
Señora Caballero, esta ha sido una buena legislatura, una Legislatura digna de recordar.
[Aplausos.]

La señora PRESIDENTA —Muchas gracias, señor Presidente.
Señora Caballero Cubillo, tiene la palabra, señoría.

La señora CABALLERO CUBILLO —Señor Presidente, durante toda la legislatura me ha estado diciendo que la política social es salud, educación y economía. Y fíjese en los datos de estos tres temas, señor Chaves. Ya he dicho que ni le iba a citar el informe PISA, pero sí que ha recurrido a argumentos históricos para justificar los resultados lamentables de Andalucía. Yo no sé si es que Croacia ha tenido mejores condiciones históricas que Andalucía, o Corea, o Lituania... No lo comprendo, señor Chaves.
Y veamos los temas económicos: Está remontando el paro en la Comunidad Autónoma de Andalucía, y usted lo sabe bien. Se lo dije el otro día: 309.000 mujeres paradas, el triple que Cataluña. Ha caído el empleo industrial, señor Chaves, y lo sabe muy bien. Y este año ha caído el 1’4, el empleo industrial, cuando en el conjunto del país ha subido más del 4%. Esos son datos también de la gestión de su Gobierno, señor Chaves.
Tenemos los andaluces 3.000 euros menos de renta familiar. ¿Y que las familias viven mejor? Pues, pregúnteselo a ellas. Pregúnteles si tienen mayor poder adquisitivo hoy que hace cuatro años, aunque su Consejero de Economía, el señor Griñán, ha dicho esta mañana que los precios suben porque estaban muy bajos. Magnífica explicación del dolor social que sienten las familias más modestas.
En el tema de medicina... Es que la medicina —y yo apuesto también, así como nuestro grupo, fuertemente, por el tema de la biomedicina—... Pero la sanidad no es la biomedicina, pues el 99% de la sanidad andaluza son las consultas, el sistema primario de salud y los centros hospitalarios. Y no están en las mejores condiciones, señor Chaves.
Y en energía estamos incumpliendo el Protocolo de Kyoto. Y en energías renovables empezamos no hace cuatro años, señor Chaves, sino hace ocho años, con el 6% de aportación neta de energías renovables, y vamos a cerrar la legislatura con el 6% de aportación de energías renovables al conjunto del consumo energético de Andalucía.
¿En qué se ha cambiado? ¿En qué se ha modernizado, señor Chaves? Y hay otros problemas: Se cerró Delphi, señor Chaves. Y son ejemplos sociales, pero no son particulares.
Se cerró Delphi, y, como siempre, cuando hay una gran crisis, usted aparenta una gran autoridad, pero después no la ejerce. Se cerró Delphi: 100 millones de ayudas públicas, 4.000 trabajadores en la calle... Se dice que los activos son para los trabajadores y para recuperar parte del dinero público que se había invertido, y, antes de ayer, se autoriza la venta de los activos de Delphi, y las subcontratas están en la calle.
Se va, con la tragedia que supuso el naufragio del Pepita Aurora, a hacerse grandes fotos, y nos encontramos que, casi tres meses después, las viudas todavía no han cobrado. Y estuvimos con ellos, con los supervivientes, y su Gobierno no se había ocupado de eso hasta hace nada. Menos fotos, señor Chaves, y más realidades, así como otras formas de gobernar.
Empezó la legislatura planteando otro talante, un talante de consenso y de acuerdo, y lo ha habido en muchas leyes. Muchísimas leyes han sido aprobadas aquí, por mayoría, e Izquierda Unida ha aprobado un paquete legislativo muy importante. Y lo hemos hecho y aportado hasta el último grano de nuestro conocimiento y de nuestra capacidad alternativa, porque queremos otro marco normativo para la Comunidad Autónoma de Andalucía. Pero hay cosas en las que no hay consenso, por parte de ustedes. Y ustedes no cambian: en esos puestos de libre designación, en esa relación con los ayuntamientos —sigue siendo muy clientelar, señor Chaves—, en esa mala información de las empresas públicas, en la externalización continua de los servicios de la Junta de Andalucía, o en esa RTVA, donde usted prometió que iba a ser galardón y ejemplo del consenso alcanzado en esta legislatura, aprobándose ayer la Ley de RTVA con los votos, en solitario, de su grupo, porque se habían negado al diálogo, señor Chaves.
Creemos que el Estatuto puede ser una palanca importante para el desarrollo de Andalucía y para el cambio social en Andalucía. Pero eso es hablando del futuro, señor Chaves. Pero usted, al frente de la Junta de Andalucía, como le decía, con más funcionarios que las tres comunidades más grandes y potentes de todo el Estado, con un presupuesto en el que han tenido incluso superávit, los grandes problemas sociales y los cuellos de botella de la economía andaluza no han conseguido resolverlos.
Nada más y muchas gracias, señora Presidenta.

La señora PRESIDENTA —Muchas gracias, señora Caballero.
Señor Presidente de la Junta.

El señor PRESIDENTE DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA —Sí, señora Presidenta.
Señora Caballero, cuando usted habla del paro y del empleo, usted, simplemente, ha hecho mención a los datos de los tres últimos meses; simplemente.
No, señora Caballero, recoja usted los datos de los cuatro años. Sea usted rigurosa y honesta a la hora de utilizar los datos, señora Caballero. No los de los tres últimos meses, porque a usted le interesa. No, los de la legislatura, los del balance. Y los datos son los que yo le he proporcionado.
Y usted me habla de Delphi. Mire usted, hemos llegado a un acuerdo con los trabajadores de Delphi.
Claro, un acuerdo con los trabajadores de Delphi, y no solamente con los fijos, sino también con los de las contratas, señora Caballero, y no solamente para buscar la mejor cobertura, sino también para asegurarles un puesto de trabajo alternativo. Porque caen empresas —es cierto—, como en cualquier otra sociedad moderna, pero también se crean nuevas empresas. ¿En la Bahía de Cádiz? También. Esa es la realidad también de las cosas.
Y usted me habla del Pepita Aurora. No, mire usted, ya han empezado a cobrar las indemnizaciones, señora Caballero. Han empezado a cobrarlas y tenemos el compromiso de hacerlo, señora Caballero. No puede usted decirme a mí que yo voy a hacerme una foto con ellos. Eso me parece injusto y difamatorio, señora Caballero, porque, si no hubiera ido, usted, seguramente, me lo hubiera criticado también. [Aplausos.] Me lo hubiera criticado también, señora Caballero.
¿Y me dice usted, por ejemplo, que yo he tenido mal trato con los ayuntamientos? Pregúnteselo usted a la Alcaldesa de Córdoba, señora Caballero, o al Alcalde de Trebujena, por ejemplo, por poner algunos ejemplos, señora Caballero.
Claro, y me dice usted lo de Radiotelevisión y habla del consenso... Mire usted, señora Caballero, se lo voy a decir claramente: Primero, el consenso entre ustedes, dentro de Izquierda Unida. Y, si se hubieran puesto de acuerdo dentro de Izquierda Unida, seguramente, nos hubiéramos puesto de acuerdo en relación con la Ley de Radiotelevisión de Andalucía.
Esa es la verdad, señora Caballero. Lo importante de la Ley de Radiotelevisión de Andalucía, que hemos hecho una ley similar a la que se ha aprobado en el Congreso, es que el Director General de la Radiotelevisión de Andalucía va a ser aprobado o elegido en el Parlamento de Andalucía.
Y voy a buscar el consenso de todos. No tengo ya ningún compromiso con ningún grupo en particular, sino con los tres que estén presentes, o con los que estén presentes en la próxima legislatura, si soy elegido Presidente de la Junta de Andalucía: buscar el Director General de la Radiotelevisión de Andalucía, con el consenso de todos.
Señora Presidenta, señora Caballero, termino.
Esta ha sido una buena legislatura. Y yo siento mucho, señora Caballero, que usted pueda estar en desacuerdo; lo siento mucho. Usted podrá decir que podríamos haber hecho más, que podríamos haberlo hecho de otra forma... Usted, el otro día, en unas declaraciones, dijo que ustedes sabían..., que se había notado mucho en las leyes que se habían aprobado en este Parlamento. Por lo tanto, señora Caballero, póngase usted de acuerdo consigo mismo. Creo que sí que ha habido leyes importantes, en este Parlamento, que se han aprobado, de fuerte contenido social. Y, aunque le pese a usted, ha sido una legislatura de un fuerte contenido social, donde se ha avanzado más y donde la inmensa mayoría de los andaluces viven mejor, con más poder adquisitivo también, si echamos cuenta de lo que ha salido de los convenios colectivos.